Seleccionar página

Cuenca vive, Cuenca late. Cuenca definitivamente se ha impregnado de otras culturas, no sólo al recibir a gente desde todos los puntos geográficos posibles, sino también al evolucionar como ciudad y abrirse a nuevas experiencias.

 La convivencia ha hecho que adoptemos visiones, ideas, que se esté germinando incluso una nueva cultura del consumo. Nos atrevemos a probar más, a sorprendernos, a dejarnos envolver por sabores, aromas, historias. En este contexto, las bebidas son una pieza clave del rompecabezas, y el vino -en particular- una fracción imprescindible. La cultura vinícola en el mundo es ampliamente difundida y aprovechada. Y en ese sentido, desde el sur nos llega una rica cultura del vino, de forma metafórica y -claro está-, literal. La industria vinícola argentina descubrió la calidad única del vino que se podía hacer con la uva malbec, una variedad que alcanzó gran preeminencia. La uva viajera que un día arribó desde Francia, se tornó la más cultivada en Argentina.

El vino malbec tiene su día propio, el “Día Mundial del Malbec” (17 de abril). Una astuta excusa en el calendario, para deleitar los sentidos, con su intenso color, con su frutal aroma, con su agradable sabor. Y por supuesto, una ocasión para recordar cómo surgió la producción vinícola de un país. En nuestro medio, la cultura de consumo del vino ha avanzado significativamente, y -como proyección- la idea sería que el público descubra nuevas experiencias, en las que asocie una salida, buena compañía, una gran conversación, con gastronomía y bebidas que puedan forjar recuerdos que no se reemplacen. Si bien, el consumo del vino tiene un alto nivel de aceptación, aún nos queda la tarea pendiente de conocer y apreciar.

Para una experiencia como esta, se ha creado la ruta gastronómica Malbec + cocina argentina para Cuenca. Un trayecto de paradas estratégicas en distintos puntos de la ciudad, con la posibilidad de disfrutar de comidas exquisitas: desde un bife, empanadas de carne, hasta chorizo y milanesas, del renombrado arte culinario de Argentina.  Y como no puede ser de otra manera, el maridaje ideal para estos platos: el vino malbec. Mientras se disfruta de la buena comida, del buen vino, de esa plática cómplice, el complemento artístico llena la noche. Tango, bandoneón, pintura, música en vivo. Ese es el genuino instante que se queda en la retina, y atrapado en algún rincón de la mente. La fijación del recuerdo seguro corre por cuenta del vino. El malbec -sin lugar a dudas- llegó para quedarse.

Esta es una oportunidad imperdible. La ruta cubre todas las expectativas del ávido y curioso paladar, de la inquieta alma. Sólo hace falta programar el espíritu para la aventura de los sabores y memorias.

Leer más artículos…

El Malbec en el mundo

El Malbec en el mundo

Se ha puesto de moda y se ha hecho notar. Es ya una cosa indispensable tenerlo en bodega o en el bar. Un excelente compañero de carnes a la parrilla, quesos duros y pastas. Se usaba más para “perfeccionar” el color de otros vinos, y sin embargo, su sabor también cautivó. La popularidad del vino Malbec es obvia.

leer más
Celebremos al malbec

Celebremos al malbec

“En Argentina pocos conocen su nombre, sin embargo los expertos aseguran que el país sudamericano le debe a este europeo lo que se ha convertido en uno de sus productos más redituables y más emblemáticos: el vino malbec,” cita la BBC. Michel Pouget era un...

leer más
El vino lleva afecto

El vino lleva afecto

Cuenta que el vino es el amor de su vida. No un amor a primera vista, sino un amor que más bien la cautivó poco a poco. Cuenca Social Club conversó con la sommelier Karina Muñoz. Comparte datos importantes sobre qué vinos recomienda para las festividades y...

leer más